Perdóname por no recordarte a diario que eres el tipo de hombre que a mí me
parece irresistiblemente guapo. Lo sabes. Siempre hay alguien capa de decírtelo
para saciar tu ego y sabes que yo nunca hago las cosas como los demás, ni por ti
ni contigo.
Siento no decirte que tienes ese extraño atractivo que hace que sólo con
cruzar nuestras miradas ya no pueda dejar de mirarte, de buscar tu sonrisa…pero
también lo sabes. Tu seguridad en ti mismo sabe que tu forma de mirar es
poderosa, capaz de desarmar a cualquiera que se deje arrastrar por ella…y
también sabes que a veces lo hago, me dejo llevar por ti y por tu locura pero
otras tantas no porque, para bien o para mal, no me gusta perder mi identidad.
Discúlpame por no ser capaz de decirte que para mi eres importante por
tantas cosas que te asombraría ver que alguien te quiere tanto, tan
incondicionalmente, sin esperar nada a cambio pero recibiéndolo todo sin ni
siquiera tener que pedirlo.
Creo que no necesitas oír nada de esto. Lo ves y lo sientes, porque aunque
a veces quieras poner frenos, inventar muros, sientes y sabes todo eso que eres
capaz de despertar en los demás con solo mirar, sabes que tienes un don
especial con el que conquistar a todos y todo aquello que te propones.
Recordarte que te quiero sería estúpido a estas alturas porque sabes mejor
que nadie que, aunque nunca te lo diga, siempre lo sentiré porque siempre serás
una parte más de mí…Esa parte que nunca imaginé que se alejaría de mi porque no podría ni quería imaginar sin ti y que, sin embargo, ahora ya no está.