martes, 16 de marzo de 2010

*A alguien...que no lo merece*


Estabas ahí.


Entre cientos, miles de personas, estaba ahí….


Detrás de mí.


Tu espalda casi tocaba la mía…. Si hubiera movido una mano, un dedo si quiera…nos habríamos rozado. Sólo con levantar la vista del suelo habría visto tu rostro…habría vuelto al pasado…a ese pasado en el que creía haberte dejado y al que no quiero volver jamás.


Mi corazón se había acelerado sin motivo, sin razón latía como antes…como hacía años, casi tres o quizás cuatro años, que no lo hacía. Mis latidos no eran así desde que él estaba ahí…pero no podía ser, él no podía estar ahí. Yo no deseaba que él estuviera ahí, pegado a mí, tan cerca que podía sentir su respiración, su olor…. Mi corazón, mi alma, todo mi ser había deseado con tanta fuerza que no volvieras nunca más a aparecer, que desaparecieras para siempre y así como un día la vida te trajo a mí, quería que la vida te volviera a llevar lejos…tan lejos que nunca más nos volviéramos a ver…y que te borrara… que te borrara de forma que nada de ti siguiera en mi….


Creía haberte eliminado por completo, creía haberte enterrado en el más hondo de los pozos y haber tirado la llave al lugar más alejado del mundo, al mar más profundo para no volver ni siquiera a pensar en ti, para no volver a recordar que una vez fuiste importante para mí…. Quizás no lancé con tanta fuerza esa llave como había pensado…quizás sea el destino que se empeña en recordarme lo vivido y en no dejarme pasar página…quizás, sólo quizás, creía haber olvidado todo lo que pasó entre nosotros…. Un “nosotros” que no debió empezar jamás…o tal vez un “nosotros” en singular, un “nosotros” solo creído por mi…porque, al fin y al cabo, sólo me importo a mí lo que pasó…sólo fui yo la que creyó en ti y en las cosas que me hacías sentir….


Entonces, ¿qué fue todo aquello? ¿Es que no he conseguido cerrar ese pozo tal y como creía? Puede ser que sólo sea una sensación al sentir los latidos, acelerados y contradictorios de mi corazón…o puede ser que no esté cerrado.


Como un aviso del corazón, supe que tenía que darme la vuelta…¡¡maldito corazón!!¿Por qué te empeñas en sufrir? ¿Por qué te empeñas en acercarme a un pasado al que no quiero volver?
Mi corazón me empujo…sus malditos latidos iban cada vez más deprisa, se había revolucionado de una manera que ni yo misma podía controlar y, antes de poder darme cuenta, mi corazón me había parado frente a él, frente a ese pasado con nombre de hombre pero que, frente a mí había sido más que eso y que acabó siendo un niño de nuevo.


Recé.


Recé todo lo que supe.


Imploré que no se girará, que no diera la vuelta y me encontrara allí porque estaba parada, inmóvil, helada frente a algo que sabiendo que no me hacía nada bien, no podía evitar.
Fue su corazón…porque aunque por un momento dude que tuviera, debe tener uno como todos…o no, quizás solo fuera cosa del destino, de la providencia, del azar o simplemente una casualidad…maldita casualidad pero se giró.


Se quedó frente a mí, parado, sorprendido…asustado… y solo se le ocurrió bajar la mirada…bajo su mirada y cerró los ojos con mucha fuerza.


Volvió a levantar sus ojos, aquellos ojos que me parecieron tan tiernos en un momento de mi vida…como esperando que solo fuera una mala pasada de su vista, una mala jugada de su imaginación….


Yo me había girado. No podía soportar ver si rostro frente al mío…. No quería que clavara sus ojos en mí ni un solo segundo más…me habría hecho daño de nuevo.


Me quise perder entre la gente, pero no podía, mis piernas no respondían… sentía que estaban ancladas al suelo y que por mi mente daban vueltas sin sentido distintos momentos de mi vida, momentos en los que él había estado ahí…. Creía que me iba a caer al suelo, sentía que me mareaba pero solo pude esconderme en brazos de una persona que me ha querido y ha estado conmigo desde siempre, incondicionalmente.


Se perdió entre la gente. Se alejo rápido y evitó volver a aquel lugar…aunque siguió buscando con la mirada…no dejaba de dirigir la mirada hacia ese lugar donde nos habíamos vuelto a cruzar…. No sé que buscaba…solo sabía que no encontraría nada…solo cenizas…solo los restos de la persona que algún día conoció y a la que tanto hirió…tal vez pensó que podría encontrar algo del pasado…


Después desapareció.


La gente también desapareció.


Yo desaparecí de aquel lugar a toda prisa.


Allí solo queda la sombra de ese árbol que fue testigo mudo de todo lo que vio.


He vuelto a encontrar esa llave, la llave que habría aquellos recuerdos… los he vuelto a encerrar y la he vuelto a tirar al mar…está en lo más profundo del mar…espero que la marea no me la devuelva de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario