viernes, 19 de marzo de 2010

...


No sé si alguna vez habéis sentido lo que es la traición y la mentira pero yo que ya la había sufrido y ya me había dolido antes, os aseguro que nunca en mi vida me había hecho tanto, tantísimo daño como me han hecho ahora…nunca me había dolido como me duele ahora porque no solo me siento defraudada y herida por una amiga tan importante y especial para mí, sino también porque esta amiga es sangre de mi sangre, como una hermana para mí y según decía ella a todo pulmón y mientras hubiera alguien que quisiera escucharla, yo para ella también era más que una hermana.

Me siento engañada por alguien por quien siempre me la he jugado sin importarme nada, ni siquiera yo misma porque hiciera lo que hiciera y aunque me perjudicara o molestara, yo siempre la acababa justificando, apoyando, entendiendo y hasta perdonando con cualquier excusa (real o no) para que no le pasara nada o se sintiera bien o que simplemente viera que había alguien que la quería y la admiraba tanto que era capaz de cualquier cosa por ella…hasta de humillarse, sólo para que ella no sufriera y pudiera tener esa sonrisa que siempre me había encantado de ella.

Pero ella jamás ha valorado nada de eso.

Encima, ella no se ha conformado con burlarse de mí y de mis sentimientos, que también y mucho, si no que ha jugado con mis sueños y mis ilusiones de la peor manera posible; mintiéndome en mi propia cara (y, después de todo, me imagino que por detrás también) y riéndose de mi…como siempre…porque ahora me doy cuenta que nunca le he importado ni la milésima parte de lo que ella me importaba a mí y que, como ya me decían y yo no quería ver (supongo que porque ya sabemos cómo es eso del amor y la admiración…ciego e irracional) para ella sólo he sido alguien de quien aprovecharse para su propio beneficio sin pensar en el daño que me hacía como persona y de quien, cuando ya no puede sacar nada o no le intereses….te da de lado sin ninguna contemplación.

Y cuando pensaba que ya no podría humillarme y defraudarme más, lo vuelve a hacer sin importarle apenas que todavía no me he repuesto del dolor de la primera vez y que, aunque he intentado borrar todo aquello, no he podido y me sigue doliendo como el primer día…me sigue haciendo llorar porque sigo echando de menos los buenos tiempos en los que tenía una “hermana” en la que poder confiar hasta la emoción más absurda y con la que podía reír o llorar por cualquier cosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario